La Resonancia Magnética Funcional se usa para entender cómo funciona el cerebro a partir del consumo de oxígeno. Analizando variaciones en el consumo de oxígeno se puede saber qué zonas del cerebro se activan cuando realizamos una tarea o respondemos a diferentes tipo de estímulos.
Imágenes de cerebro donde se observan áreas de función motora, donde las zonas más amarillas son las que están más activas.